Si las empresas de telefonía celular aún no lo curraron, no se desanime . . . ¡Ud. está en lista de espera! . . .
Y esto es a raíz de lo que vienen perpetrando impunemente esas multinacionales de la aldea global, que, además de la arbitrariedad de poner las tarifas que se les canta sin que haya lugar al pataleo, por si eso fuera poco, desde hace un tiempo nos meten la mano en el bolsillo con el mayor descaro y sin ruborizarse, mediante sus insoportables mensajes de texto a cualquier hora ofreciendo todo tipo de “productos” sin que nadie se los solicite. Y ni hablar del engaño en los “beneficios” que prometen.
Su última “avivada” por medio de un texto delirante es: “Querés comprar un Nokia?” llamá al 2020. Llegan a un promedio de cuatro o cinco por día.
No basta con borrarlos inmediatamente. La mayoría no sabe que esos molestos e inoportunos mensajes vienen con cargo y van comiendo el crédito como una piraña. De nada vale responder pidiendo la baja. La máquina es insensible a los reclamos y la sangría en la tarjeta o el abono sigue trabajando a destajo. Tampoco sirve llamar al *611 o al 0800. Nunca atienden.
La sensación de impotencia que nos invade al sabernos inermes ante tal abuso, es la misma que se debe sentir al ser asaltado y despojado en plena noche. Aunque en este último caso uno puede hacer la denuncia, en el otro, para mayor desesperación, ni siquiera eso.
Al usuario le quedan pocas opciones: o seguir cautivo hasta que se cansen de molestarlo a toda hora y de robarle; cambiar el chip, con el consiguiente perjuicio que origina la pérdida del número; o pasarse a otra empresa y rogar no haber salido del fuego para meterse en otro incendio, cosa muy probable por cierto.
Mucha gente, harta ya y ante la imposibilidad de terminar con ese saqueo impune, sumisamente se resigna y lo asume como si fuera el pago que exige la Mafia a cambio de la tristemente célebre “protección” . . .
¿Por qué el Estado no les revoca la concesión? muy simple, porque afectaría la “seguridad jurídica” de los convenios leoninos y los privilegios que Menem les otorgó, -en este caso más por ser multinacionales-. Ese es el cuco que agitan los monopolios y los opositores políticos cuando les conviene, y es el arma con que amenazan al gobierno para que no las moleste y todo siga igual.
Esto es necesario que se sepa, -a pesar de Clarín, TN y La Nación- porque muchos que se embelezaron con las privatizaciones de los ’90, -verdadero vaciamiento del país- como que eran la panacea que vendría a erradicar todos los males que causaba el Estado, hoy ya se habrán dado cuenta que fue muchísimo peor el remedio que la enfermedad. Porque no hay nada más nefasto que un monopolio privado, al del Estado -si es cuestionable- se lo puede eliminar en la próxima elección, en cambio el otro cada vez se hace más poderoso y es imposible frenar su angurria.
¡Por eso, ningún servicio público esencial puede quedar a merced de la voracidad del capital privado! . . . eso es como entregar las ovejas para que las cuide el lobo. La experiencia que hemos vivido y aún se vive, es demasiado dolorosa. Y no sólo aquí, el mundo entero también lo está padeciendo y ya está reaccionando contra esa dictadura.
Como se ve, el capitalismo en esencia es intrínsecamente perverso. No sólo a través del uso directo de la fuerza para mantener un régimen de privilegios que le permita acaparar más y más dinero y poder, sin reparar en límite alguno, sino también, por la violencia económica, psicológica y sistémica que impone. El infrahumano trabajo esclavo al que someten a tanta gente y que con estupor vemos a diario a esta altura del Siglo XXI por parte de varias multinacionales y algún patético político-sojero de Salta, denigra la condición humana. Aunque no hace falta ir tan lejos para ver cómo se explota al peón rural . . .
Por eso es tan importante comenzar a poner restricciones a las Empresa monopólicas y a su poder insaciable. Y el principal recurso con que se cuenta contra esa tiranía es la información, libre y democrática que permitirá sacarles la careta. De allí la trascendencia fundamental de la nueva ley de medios audiovisuales que, precisamente por eso, los monopolios -sobre todo mediáticos- con la complicidad de algunos políticos combaten a capa y espada recurriendo como se ha visto, hasta el soborno jueces venales para evitar su aplicación.
El ejemplo que sigue es sólo una mínima muestra de cómo se maneja el capitalismo salvaje con las brutales recetas de la derecha liberal:
“Por favor mamá, enciende la estufa” pidió el niño que tenía frío. “No se puede” respondió la madre. “Por qué” preguntó el hijo. “Porque no hay carbón”. “Por qué no hay” “Porque tu padre no cobró su jornal, lo despidieron de la mina” “Por qué lo echaron mamá?” “¡Porque sobra carbón!”
DelsioEvarGamboa
Laborde. Cba. Arg.
Es una realidad que no se puede ocultar, ésta y tantas, pero lo importante es no callarse, denunciar todas las veces que sea necesario.
ResponderEliminarMuy bueno tu artículo, un abrazo.
Muchas gracias Su por tu lúcido comentario.
ResponderEliminarHay que sumar voces para ir sacándoles la careta a estos pulpos insaciables.
Un cálido beso.