¡Por más que se quiera ser antikirchnerista,
los antikirchneristas no te dejan! . . . Ahora, ni eso. Porque viene a ser
que no sólo no se duda por las dudas sino que, encima, se está convencido. -Eduardo Aliverti-
Es muy alentador
el avance de los juicios y
condenas a los cómplices civiles, promotores y beneficiarios de la dictadura.
Allí está Pedro Blaquier, dueño del diario La Nación, uno de los emblemáticos
representantes de las clases dominantes, hoy procesado. Jaime Smart, ministro
del Terrorismo de Estado, condenado a perpetua, Alberto Rodríguez Varela ex
ministro de justicia de Videla, con pedido de captura. Y se va por más. Se está
destapando una olla que tendrá consecuencias impredecibles. Mientras los juicios
y condenas se limitaban a los milicos mercenarios, o los verdugos de la picana,
vaya y pase, pero juzgar y que manden en cana al poder económico, eclesiástico
y periodístico socios de los genocidas, para los responsables de tamaña
atrocidad imaginar lo que se les viene, resulta insoportable.
Y de una vez por todas se definirá la aplicación de la Ley de Medios si así lo deciden los desconcertantes Supremos, algo que lo desean pero no pueden o no pueden porque no lo desean,. Entonces mandan a la papelera de reciclaje lo que hasta poco antes fue marcado como “favorito” porque sentaba jurisprudencia. Los hechos por su variabilidad, no dejan mucho margen para arqueos de caja política, aunque son imprescindibles para valorar lo recorrido y afianzar el sendero. Y también para distinguir entre los que acompañan, los que medran desde las sombras, los que arrojan piedras de atrás del árbol y los que, tabicados en sus frígidas mentes, aguardan la oportunidad de dar un zarpazo para rapiñar un poco de los privilegios perdidos. Son los que apelan a la consabida falacia de que el país está inmerso en un irreconciliable enfrentamiento generado desde el oficialismo.
Y de una vez por todas se definirá la aplicación de la Ley de Medios si así lo deciden los desconcertantes Supremos, algo que lo desean pero no pueden o no pueden porque no lo desean,. Entonces mandan a la papelera de reciclaje lo que hasta poco antes fue marcado como “favorito” porque sentaba jurisprudencia. Los hechos por su variabilidad, no dejan mucho margen para arqueos de caja política, aunque son imprescindibles para valorar lo recorrido y afianzar el sendero. Y también para distinguir entre los que acompañan, los que medran desde las sombras, los que arrojan piedras de atrás del árbol y los que, tabicados en sus frígidas mentes, aguardan la oportunidad de dar un zarpazo para rapiñar un poco de los privilegios perdidos. Son los que apelan a la consabida falacia de que el país está inmerso en un irreconciliable enfrentamiento generado desde el oficialismo.
El que diga que no debe haber escenarios de
confrontación se equivoca tanto como el que los critica. Si el Gobierno no
confrontaba con la Iglesia no habría matrimonio igualitario ni reforma al
Código Civil. Si no lo hiciera con la corporación amigos de la dictadura,
no habría juicios y condenas por violaciones a los derechos humanos. Si no
hubiese enfrentado al monopolio Clarín no tendríamos Ley de Servicios
audiovisuales. Si no se rechazaba al ALCA, estaríamos como Europa. Si no se
recuperaban los aportes provisionales en manos de los garcas de las AFJP, esos
jubilados hoy cobrarían monedas, si cobraran. Si se doblegara ante las
presiones de las grandes grupos financieros no habría espacio para un Estado
democrático y soberano. La sociedad seguirá conviviendo con esos sectores
retardatarios, pero no puede aceptar que se le impongan intereses sectoriales o
corporativos y en ese esfuerzo puede ganar o perder algunas batallas. Para
cambiar situaciones de injusticia siempre hay que confrontar con intereses
contrapuestos y poderosos. Ese es el génesis de la democracia.
La división de
la sociedad con lo que tanto saturan los sicarios de los grandes medios, se da
cuando la política maneja la economía y toca intereses poderosos como ahora, y
no, según esos medios, cuando la economía se impone a la política como ocurrió
durante la dictadura genocida y en la segunda década infame de los ’90, que
generó un 60% de pobres, un 26% de desocupados, salvaje recesión, deflación y
un desguace total del país. Durante el Terrorismo de Estado y el salvajismo
neoliberal, no había división en la sociedad? ¿Estaba todo bien?. Hoy, que la pobreza
es del 7%, la desocupación es del 6%, altísimo consumo, un país que crece como
nunca antes y en plena libertad, alguien puede tragarse la falacia de que toda
la ciudadanía está crispada y desunida más allá de las discusiones o pujas
propias de la política en democracia?
¿Se entiende? Para los sectores del privilegio, la
política debe estar supeditada a la dictadura del mercado, que es lo que
posibilita seguir haciendo grandes negocios a costa de las mayorías.
Esto es
justamente lo que farfulla el Jefe de Gobierno porteño, que caraduramente potencia su irresponsabilidad para enmascarar sus
derechosas intenciones. Con la chocante limitación que caracteriza su paupérrimo rango
expresivo, Macri intentó explicar que “nuestra presidenta cambió la agenda del
año pasado por la cual recibió tanto apoyo, que era de conciliación, de
diálogo, de mayor tranquilidad, por una agenda de enorme confrontación". Para este atormentador de la política, la única posibilidad de terminar
con esa “confrontación” es el gatopardismo,
es decir, “cambiar poco para que nada cambie”. Más aún, según él, para evitar todo tipo de conflicto, nuestro país
debería retornar al neoliberalismo en estado puro, beatamente extranjerizante y
antinacional.
Lo que la
gente como él considera “confrontación” no es más que la decisión del Estado de
manejar la Economía y no que se la manejen. Eso es lo que provoca el insomnio de los
poderosos. Para la gente como Macri no es confrontación hacer espionaje
-por lo que está procesado y va a Juicio oral-, tampoco cerrar escuelas,
tarifazos, despedir trabajadores, ajustes, evadir, contrabandear, mentir,
complotar y reprimir. Es allí donde sus escuálidas ideas se difuminan en el
reducido espacio de su intelecto.
Pero asegura
que para el 2015, cuando sea presidente, para gobernar va a jugar con un
verdadero “dream team”, es decir “el equipo soñado”. Pero . . . ¿por qué no lo
pone ahora? Porque el que tiene desde hace 5 años, empezando por él, no puede
participar siquiera en los infantiles de la Becar Varela . . .
Razón de más para creer que si el procesado “líder” del PRO hubo
aprobado alguna vez el pre-escolar, es un hecho tan sorprendente como que
alguien pueda haberlo votado y tome en serio cada una de sus heces verbales. No
obstante, sus frívolos y ensoberbecidos acólitos, chicos lindos y muy afectos a
las remeras y los globos amarillos, en su delírium trémens tuvieron el desvarío
de compararlo con el “Che” Guevara. La verdad que
todo lo de este personaje es de una pobreza tan extrema, que ya ni alcanza a ser
pobreza. En política hay varias maneras de suicidarse, ésa es una.
Políticamente
Macri es un elefante en un bazar. Sólo basta
ver la banalizada concepción de
la política que el iletrado Jefe
de Gobierno tartajea ante las cámaras de TN, su
canal tutor. Se le escapa que el 54% no votó por conciliación, consenso y todas
las hipocresías que sesea a diario el consumidor de bigotes postizos de
Freddy Mercuri, sino para igualar para arriba y ponerle
limites al cipayaje local y recuperar algo de lo que expoliaron los
garcas de siempre.
Que los que se creen dueños del país piensen
de esa manera, resulta obsceno pero no llamativo.
Pero que alguien que se vende como “heredero del “Che” sea más conservador y reaccionario
que Biolcati con su tradicional y arcaica oligarquía estancieril, es algo que
da vergüenza, ajena, propia y de género. Por lo que es dable pensar que si aún
le quedan adherentes a Macri, se debe reconocer que todavía persisten
aberraciones inexplicables en algunos actos humanos . . .
Hermes Binner
-peinado a la “lambida”-, socialista sojero él, aseguró que El populismo no ayuda, al
contrario, a través de subsidios, regalos y prebendas, genera actos que
verdaderamente no son los hoy la población necesita". Tampoco necesita piaras que tiren dentelladas
desde los cubiles más oscuros para defender sus privilegios, pero de eso nunca
habla el ex anestesista. Lo grave de estas tendenciosas afirmaciones, es que se
prenden como pirañas al latiguillo de las corporaciones y los opositores
políticos que le rinden real vasallaje al Grupo Clarín. Tendría que ocuparse un
poco más de lo que ocurre en Rosario que ya se ha vuelto a convertir otra vez
en “La Chicago Argentina” que tiempo ha supo ser. Pero, según él, no está
enterado de nada . . .
Como también
repite la mentira del monopolio: “La
Presidenta quiere que todos le tengamos miedo”, un cronista, netbook en
mano, le hizo ver y escuchar el video con las verdaderas declaraciones de
Cristina dedicadas a sus funcionarios y no a los argentinos en dos ocasiones
seguidas. La segunda . . . no la entendió.
Para finalizar, no se puede
dejar pasar un hecho que avergüenza a la condición humana protagonizado como
siempre por “la tolerancia, respeto y buenos modos” de algunos chacales
devenidos en barrabravas de
Buquebús, quienes “llenos de todo” -como decía mi viejo- gozando de su bucólico
ocio y amparados en la manada, patotearon, en lo que sería la revancha de la
mediocridad contra la inteligencia, al Vice ministro de Economía Axel Kicillof
y su familia en plena travesía. Estos energúmenos resultan tan patéticos en su
salvajismo que uno no puede menos que pensar que si son padres, les cabe lo que
Tomás Borge, escritor, docente y ex presidente de Nicaragua le dijo a su
torturador: “¡Mi mayor venganza será
educar a tus hijos!”. . .
Laborde.
Cba. Arg.
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