Su
relato protege a Macri, lo apaña, lo embellece, le da letra, lo tutela, le
inventa virtudes, le esconde defectos, lo conduce y lo promueve . . . Todo es
posible en el reino del realismo mágico de Clarín . . .
Especial para El Observador
Opinión
Cámaras
de vigilancia en las escuelas; listas negras de alumnos “politiqueros”;
espionaje telefónico; un 0800 “ñoquis”, destrato a la cultura; el no al Subte; groseros
abusos de poder . . . Y por si eso fuera poco, ahora otro 0800 para denunciar -
resucitando en plena democracia, a la tristemente célebre “denuncia anónima” de
la dictadura- la actividad de “adoctrinamiento
político” que según Macri, lleva a cabo La Cámpora en los colegios capitalinos, con lo que
su demonización entra ya, de hecho, en su etapa inquisitorial.
Ahora,
si nos vamos a comer el relato -que se los sopla TN-Clarín con su prédica
golpista- de que La Cámpora
va con bombos, consignas, banderas y le hacen cantar “la marchita” a los chicos,
directamente sería comprarle un buzón por dos lucas verdes y encima darle las
gracias.
En la página de Poder Ciudadano se puede ver que durante el
período en que la hoy Diputada del PRO Laura Alonso fue directora de esa
organización, se hicieron talleres sobre política partidaria en las escuelas
para docentes y estudiantes. Alonso es la misma que hace poco aseguró que si
Macri es presidente, desaparecerán La Cámpora y 678. También, en el manual de Ciencias Sociales de Santillana que se le
entregó a todos los alumnos hace algunos años, donde figuraba la biografía de San
Martín, Belgrano y varios próceres argentinos, el Ministerio de Educación
porteño hizo incluir una foto de campaña de Macri, -que de prócer, ni ahí- con
amplia información sobre las bondades de su propuesta política. Nadie se escandalizó
por eso.
Estos
botones de muestra sobre sus iniquidades no incluyen por ejemplo a la UCEP, la Fuerza de Tareas creada por
Macri para aporrear y expulsar a los indigentes del centro porteño; la
ocupación del Borda para su demolición; el abandono de los hospitales y las
escuelas públicas -con el cierre compulsivo de más de 200 cursos y baja de
miles de becas-; las escuchas ilegales, los negociados con inmobiliarias y con
Clarín -por ej. las netbook-, o la insana concepción que tiene el PRO sobre la
gestión política. Penoso y ridículo.
Escuchar
a Mauricio Macri, que no seduce precisamente por su riqueza léxica ni por su exquisitez
dialéctica, -aunque bien protegido siempre por la antropofagia opositora del
duopolio Clarín-La Nacion-, cuando farfulla que la Presidenta está
llevando al país a un estado “chavista”, produce más risa que indignación.
Salvo en algunos que, lejos de haber superado los temores de la infancia, se
toman toda la sopa por temor al “hombre de la bolsa” con que se los
amenaza.
Y eso, si no es, se parece mucho al adoctrinamiento. Una doctrina se basa en la
repetición de consignas fáciles de memorizar. Método más alejado del
conocimiento y más cercano al dogma. Algo que no tiene como objetivo formar
conciencia sino manipularla.
Para
completar el cuadro, su ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich tuvo un reflejo PRO que lo pinta de cuerpo y
alma: se despachó con un 0800 para el botoneo, -es decir, la delación anónima-
de las actividades culturales en las escuelas.
Entonces,
como manda la ortodoxia neoliberal, las grandes falacias se deben montar con
grandes operaciones de prensa basadas en grandes titulares de tapa. Y allí está
la corporación monopólica con su parafernalia mediática para descargar toda su
artillería. Lo más absurdo de esta “caza de brujas” -que si no las hay, tiene
que haberlas- se fundamenta en la satanización del supuesto “fascismo” de la
juventud militante. El Ministro, parado sobre resbaladizos estribos, aclaró que
el 0800 es para que “se denuncie el uso
de fondos públicos para adoctrinar”. Esto dicho sin aportar prueba alguna.
Al respecto, las autoridades de los colegios, padres, alumnos y gremios
rechazaron de plano tales expresiones.
Por
lo tanto, a partir de ahora la política, -como esos maridos golpeadores- no
podrá acercarse a menos de cien metros de las escuelas porteñas; para que se
siga brindando un servicio educativo supuestamente “apolítico”; para que en la
mayoría de los colegios no se cumpla con la obligación de hacer un acto por la
memoria cada 24 de marzo; para que en algunos institutos privados se siga
jurando la bandera en inglés; y para que esa perversión llamada política no se
entrometa en la aséptica pureza de las aulas . . .
Por
el contrario, no se puede negar que el gran aporte cultural del kirchnerismo ha
sido precisamente recuperar la política en todos los niveles. Se debate en la
oficina, en la familia, con los amigos. La escuela no tiene por qué ser la
excepción. Es muy bueno que los niños se acostumbren a escuchar y hablar de
política. Eso les dará criterio propio y amplitud de miras. Una sociedad
politizada y consciente de su rol y su tiempo no será manipulada por los
grandes medios, mientras que la formateada en el desprecio a la política será
muy fácil de manejar por minorías excluyentes. Así nos fue a los argentinos por
dejar en manos de militares asesinos, políticos corruptos, o ineptos, la
conducción del país durante la mayor parte de su historia.
Consecuente
con ello, Mauricio Macri, con su limitadísima expresión oral octosilábica, usa
y abusa del adjetivo “chavista”, para dar a entender entre tropezones
lingüísticos de complicada legibilidad, -sería el terror de un traductor- lo
diabólico que es el líder venezolano
Junior
Achievement, es una ONG norteamericana cuyo objetivo es la difusión de los
principios neoliberales y viene dando cursos en las escuelas de la Capital desde noviembre
del año pasado. Medio millón de estudiantes porteños reciben específicos
instructivos para ser exitosos líderes en el mercado financiero y en las altas
esferas del management empresarial, además de estrategias para acumular y
especular. Los destinatarios son chicos entre cinco y diecisiete años que, sin
que los padres sepan y con críticas de pedagogos y especialistas en políticas
públicas, reciben lecciones sobre clases, charlas y actividades que los
orientan hacia el individualismo para la construcción de un país desigualmente
globalizado. Sobre esto no hay ningún reparo de parte del PRO porque eso es
parte de su génesis. Para la derecha eso no es ideología, sino “preparación para el futuro”. El Estado
ausente y cómplice de los poderes fácticos es libertad de mercado; el Estado
regulador de la economía es fascista, chavista, demoníaco. El 0800 ortiba de
Bullrich no está para denunciar la inclusión en la educación escolar, de las
recetas de triste fama del perverso neoliberalismo que está destruyendo medio
mundo, sino para buchonear la difusión de aquellas ideas que se contrapongan a
su proyecto reaccionario.
Por
otro lado, los debates en el Congreso por la expropiación de la ex Ciccone se
mezclaron con las operaciones de prensa de Clarín hacia el vicepresidente Amado
Boudou, tras una sucesión interminable de tapas con denuncias no probadas pero
condenado por las dudas. Al Vice se la tienen jurada porque fue el mentor de la
estatización de las AFJP, que terminó con un gran negociado de Clarín. Mientras,
con un juicio oral a la vista por espionaje, Macri, tiene amnistía mediática
asegurada. Indulto que afianza su congénita mendacidad e inescatimables
esfuerzos para demostrar que su ineptitud está más consolidada que nunca. Que
su gestión se basa en no gestionar, ignorar los graves problemas existentes, no
solucionarlos y de ello, echarle toda la culpa al gobierno nacional. Mientras
Cristina anuncia más gestión, más políticas públicas, más inclusión, Macri y el
Grupo Clarín por una millonada trajo al gurú hindú Sri Sri Raví Shankar para
que, nimbado de espiritualidad y por la módica suma de mil dólares por cabeza,
le revele a un selecto grupo de tilingos una verdad suprema condensada en una
frase que les abrirá el arcano del misterio universal y les cambiará la vida: “Sin
respiración no hay vida”. . .
Los
PRO se manejan con el libreto que les dicta todas las mañanas a primera hora
Durán Barba, el asesor full time todo terreno que los tiene embalurdados. Eso
se vio durante el debate sobre la expropiación de la ex Ciccone. Los que no
contaban con el “machete” habitual, intentaron embarrar la cancha con el tema
Boudou porque no sabían qué decir al respecto . . .
Estatizar
esa Calcográfica, posibilita que la impresión de billetes lo haga -como siempre
debió ser- nuevamente el Estado Nacional. Y eso será una reafirmación más de
soberanía, en este caso, monetaria.
Es
vox pópuli que la justicia es morosa, lo que se confirma con los tiempos que se
toman los jueces para dar inicio al ya confirmado juicio oral por espionaje al
tres veces procesado Mauricio Macri que, de acuerdo a las semi plenas pruebas
en su contra, ya debería estar separado del cargo y en la jaula. Sobre este
hecho incontrastable el PRO desde luego, hace mutis por el foro. Mientras tanto,
haciendo uso y abuso de su ininterruptus estado vacacional, Macri viaja en
forma frecuente a Londres -créase o no- para comprar “bigotes postizos” de su ídolo Freddy
Mercury, ya que por su tik facial -al hablar contrae rígidamente los músculos
de la boca-, se los traga. De la
Rúa con sus bonsáis por lo menos no tenía ese indigesto
hobby.
El
Estado en tanto, sigue avanzando, con la convicción de que la política se
constituye como la única herramienta válida para alcanzar los grandes objetivos.
Y
eso se explica en los excelentes resultados que arrojan los controles -como
hacen la mayoría de los Estados- a la compra de dólares. La salida de dinero
del país por parte del sector privado fue menos de la tercera parte que el
mismo período del año pasado. Las restricciones cambiarias y los ajustes al mercado
de divisas están poniendo coto a la fuga de capitales.
Pero
para Mauricio Macri, defender estos controles a la especulación y la evasión es
coartar la libertad. Eso sí, botonear es PRO, porque como reza el lema de sus
patrones, esto es, el Grupo Clarín y su Cadena Nacional Privada del pesimismo y
el desánimo . . . Cuanto peor . . . ¡Mejor!
En Argentina, las conquistas sociales alcanzadas son más que
valiosas. La libertad de expresión que vivimos no tiene antecedentes. Las
parodias y los agravios a la
Presidenta, tampoco.
Por eso, lastima la piel de la democracia ver que Mauricio Macri, con ínfulas de tiranuelo caprichoso, separó a seis docentes por un acto escolar que no le gustó. Si del ridículo no se vuelve, de la ignorancia y la soberbia . . . mucho menos.
Por eso, lastima la piel de la democracia ver que Mauricio Macri, con ínfulas de tiranuelo caprichoso, separó a seis docentes por un acto escolar que no le gustó. Si del ridículo no se vuelve, de la ignorancia y la soberbia . . . mucho menos.
Laborde. Cba. Arg.
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