viernes, 1 de abril de 2011

Carta a Norma Morandini. Por Sergio Campbell

Sra. Senadora Norma Morandini: He leído su artículo publicado hoy,
martes 29 de marzo en el matutino “La voz del interior”, de la
Provincia de Córdoba, y créame que la entiendo; entiendo su
preocupación por el avance del autoritarismo. La entiendo porque al
ser una periodista que fue perseguida política en la época de la
dictadura, debe tener Ud. un olfato particular para el autoritarismo.
No sólo la entiendo, sino que comparto su preocupación; a mí también
me aterra la posibilidad de volver a vivir en un país donde los
medios, amordazados, decían que subversivos habían muerto en un
enfrentamiento, cuando en realidad eran asesinados a sangre fría; me
aterra la posibilidad de volver a vivir en un país donde una comisión
interna de una fábrica pueda ser secuestrada y dinamitada, como les
pasó a los de la empresa Ford, y los medios no pudieran informar nada
sobre tal aberración. A mí también me aterra la posibilidad de vivir
en un país donde se vuelva a declarar el estado de sitio y la
desobediencia civil deje una treintena de muertos y no haya
responsables.
Como puede ver, comparto su preocupación, y supongo que Maiakovsky
habría estado feliz de que se usara un poema suyo para tan altruista
fin; sin embargo, hay algo de su preocupación que me preocupa a mí: me
preocupa que no le haya preocupado, y por ende no haya dicho nada,
sobre la apropiación espúrea de papel prensa en la época de la
dictadura, por parte de Clarín y Nación (debo suponer que para Ud. no
constituye una amenaza a la libertad de prensa ni de expresión); me
preocupa que no le haya preocupado (y no haya dicho nada) que haya
precios diferenciados en el papel por parte de la empresa monopólica,
limitando y desvirtuando la libre competencia, por no hablar de la
libertad de prensa; Me preocupa que, como periodista, no le haya
preocupado y no haya dicho nada, cuando en “La Voz del Interior”, el
matutino donde Ud. ha publicado su honda preocupación, censuraron un
artículo de Diego Tatián, que no era otra cosa que un análisis
semiológico (y crítico) de una publicidad de la Universidad Blas
pascal (que por supuesto es anunciante en el diario), y acto seguido
lo despidieron (debo suponer que si no dijo nada, es que para Ud. ese
doble hecho aberrante, censura y despido, no constituyen un atentado a
la libertad de prensa); también me preocupa que no le haya preocupado,
y tampoco haya hecho oir su voz indignada, cuando despidieron a
Enrique Lacolla del mismo matutino, por haber escrito un artículo
crítico a la protesta de la corporación agraria y que, vale la
aclaración, no era favorable al gobierno (debo suponer, otra vez, ya
que Ud. no ha dicho nada, que tampoco despedir a un prestigioso
periodista que Ud. conoce bien, ha de constituir para Ud. un atentado
a la libertad de expresión, y mucho menos un atisbo de autoritarismo;
y me preocupa, que Ud. hija de trabajador ferroviario, no se preocupe
y no diga nada, a favor del reclamo delos trabajadores despedidos por
el grupo clarín, que en resumidas cuentas, son los que produjeron el
bloqueo. Digo, me preocupa, porque Ud. sabe que no son muchas las
herramientas de lucha que tienen los trabajadores, y el paro, o la
ocupación de una fábrica son dos del abanico un poco exiguo con el que
cuentan por sus derechos. Y siempre, siempre que los trabajadores
luchan por sus intereses, perjudican el derecho de otro, por ejemplo,
supongo que su padre habrá protagonizado más de una huelga
ferroviaria, lesionando el derecho de los usuarios a desplazarse por
ese medio. Entonces, me preocupa que no diga nada sobre el
incumplimiento dela ley por parte del Grupo Clarín, pues si ellos
hubiesen cumplido con lo que manda la ley, es decir que un delegado no
puede ser despedido, ese bloqueo no hubiera existido; me preocupa que
le preocupe el avance del autoritarismo pero no le preocupe falsear la
verdad para defender los intereses de una empresa; porque Ud. lo sabe,
Ud. sabe que lo que se puso en juego en ese bloqueo es un conflicto
sindical que lleva 10 años y no la libertad de prensa; Ud. sabe que
Clarín no cumple con la ley. Finalmente lo que más me preocupa, es que
una senadora nacional, que supuestamente me representa, comparta el
credo que una empresa periodística es intocable, aunque la misma viole
constantemente la ley. Tiene razón para estar preocupada, Sra.
Senadora, si un medio de prensa tiene controlados a los diputados y
senadores de la nación, el autoritarismo avanza. Cuídese, no vaya a
ser que después, los mismos a los que Ud. defiende, la dejen de lado
cuando ya no les sea útil.

Pasar este correo a todos es un pequeño - gran aporte a la defensa de
nuestro derecho a informarnos, ya que los medios de Córdoba, como los
de la 'corpo mediática',
NO informan, ENFERMAN...

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