martes, 20 de diciembre de 2011

Memorias del “Argentinazo” . Por Delsio Evar Gamboa


A diez años del estallido social que marcó un antes y un después en la historia contemporánea argentina, con gran profusión de imágenes y testimonios de muchos actores de aquella gesta, la TV nacional y los medios gráficos -menos el monopolio Clarín, La Nación y algún otro- dieron amplia cobertura a la recordación, como para hacer reaccionar a ciertos desmemoriados -que no con Alzheimer- que ya se olvidaron de cuando el país cayó en el octavo círculo del infierno,  -no el de la Divina Comedia precisamente-. Algo digno de resaltar, porque el rescate viene a cumplir una función eminentemente social y sobre todo terapéutica para los posibles afectados.
¿Cuáles fueron las causas que llevaron a ese desastre? . . . He aquí una somera semblanza desde su origen hasta la catástrofe final, porque es bueno resaltar que el posterior y fenomenal resurgimiento del país, no fue obra de magia y mucho menos de un milagro . . .
Corría el año ‘88. El país había dejado de pagar su deuda externa y se declaraba en recatada moratoria. La hiperinflación doblegaba al gobierno, aquel que llegó con la recuperada democracia. El que en sus comienzos puso sobre el tapete los Derechos Humanos y, aunque muy tibiamente, procuró instalar un modelo de inclusión social que fue tenazmente combatido por las Corporaciones, el Grupo Clarín y la Sociedad Rural. Sí, la misma que aún integra la ex sediciosa Mesa de Enlace, y la misma que en su Exposición anual, abucheó, silbó y cubrió de bosta de vaca al Presidente Alfonsín cuando éste se negaba a aceptar los designios de la Patria Ganadera.
El gobierno apuraba su retirada adelantando para mayo las elecciones previstas para octubre. El déficit fiscal se multiplicaba y la inflación se hiperinflacionaba. La timba de la City porteña ponía y sacaba ministros: “Les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo” confesó uno antes de caer. Las Casas de Cambio desbordaban de gente que no bien cobraba el sueldo corría a comprar dólares, para luego revenderlos con la ilusión de salvarse. El dragón financiero terminó devorándolos. Semanas enteras de “Feriados bancarios” para que no se retirara la plata. Semanas enteras sin energía. Los canales de TV transmitían sólo 4 horas por día. En los supermercados iban remarcando los precios de todos los productos sin esperar a que el repositor los acomodara en las góndolas. La pobreza llegaba al 53 %; la inflación mensual era del 80 % que proyectada, en el año superaba el 12 mil por ciento.
Por otro lado, un monstruoso efecto succión transfería fortunas descomunales hacia el exterior. Así como de los bancos de los pueblos y ciudades del interior, se llevaban en camiones blindados y en bolsas apiladas, los ahorros de la gente hacia los centros de poder financiero, dejando en su lugar un papelito pintado que rezaba “Plazo fijo”. Cualquiera “ganaba” más especulando que produciendo. La usura los comía vivos. El que tenía un crédito, más pagaba, más debía. Es decir, vivían pagando y morían debiendo. No había paritarias, ni convenios, ni trabajo. Fueron los comienzos de los primeros cartoneros de la modernidad, que en grupos familiares revolvían los tachos de basura buscando cartones y comida.
A pesar que Alfonsín les pidió por favor que lo dejaran terminar su mandato, Clarín y Duhalde, con saqueos armados y un golpe de mercado, lo empujaron para que cayera seis meses antes de la peor manera. Y eso que Clarín sólo tenía el diario y no el monopolio multimediático que ahora tiene.
En la década siguiente, para darnos la ilusión de vivir “en el Primer Mundo”, el menemato regaló, malvendió, cedió y transfirió a favor de capitales extranjeros, y éstos aceptaron de conformidad, un país completo denominado República Argentina, con todo lo plantado, edificado y adherido al suelo. Doy fe.
En consecuencia, al comienzo del nuevo siglo la malaria reinaba en todo su esplendor. Los sueldos que venían congelados desde hacía 10 años estaban en el subsuelo. Igual, a los jubilados y empleados estatales les rebajaron los haberes. Al PAMI le podaron el 30% en los gastos de personal, y 3000 empleados fueron de patitas a la calle.
Se inventaron las Ferias de Trueque; en realidad el trueque ya existía en la antigüedad, fue cosa de los fenicios, y resultaron útiles para que muchos argentinos de clase media y baja gambetearan la pobreza en la casa de pensión, -como dice el tango- y de paso, le hacían un gol al hambre, que era la única producción que crecía. De lástima, España, -vaya paradoja- nos mandaba alimentos que al llegar, eran bloqueados en la Aduana. El gobierno de entonces, no sólo no tenía los conceptos bien puestos sobre la mesa,  sino que lo poco que hizo, lo hizo mal, y con el “Corralito” se puso la cocarda. Para frenar la conmoción social, De la Rúa declaró el Estado de Sitio, mediante el cual Mestre, -ministro del Interior-, siguiendo instrucciones del “Chupete”, como si fuera una hazaña épica y muy humanitaria llevó a cabo con unción y fruición, al momento que su Jefe abordaba el helicóptero blanco para nunca más volver, una feroz represión a los manifestantes de Plaza de Mayo, donde 36 de ellos murieron acribillados por la espalda, como siempre ocurre cuando los represores matan en defensa propia.
Tiempo atrás Mestre junto con Aguad, republicanísimos y democratísimos ambos, le habían tomado el gusto a la sangre -y a la plata- de los correntinos cuando fueron interventores allá.
En medio de la conmoción social con su correlato de asaltos a comercios, desmanes, represión, muertes y la vociferante consigna “Que se vayan todos, que no quede ni uno sólo”, desde el gobierno se tiró la idea de proponer a un grupo de técnicos del FMI para que se hicieran cargo del gobierno, ya que estaba demostrado que los argentinos éramos incapaces. Sí . . . tal como  lee . . . ¡Aunque Ud no lo crea!
Descartada por irracional, y luego de un “casting” por el que desfilaron y se probaron cinco candidatos en una semana para elegir, siempre con el visto bueno de las corporaciones, el próximo mandamenos. Resultó finalista un gordito petizo, chueco y cabezón de apellido Duhalde y hombre del Grupo Clarín,  que de entrada nomás -porque debía 5 mil millones- le ordenó devaluar un 40% la moneda, pesificar las deudas y decretar un “Corralón”.“¡El que depositó dólares recibirá dólares!” mintió con sinceridad, y se dedicó a reprimir manifestaciones de protesta donde “su mejor policía”, asesinó a sangre fría a Kosteki y Santillán, sin olvidarnos de Cabezas y la masacre de Ramallo. Y nos ilusionó al finalizar un discurso con un mensaje esperanzador: “¡Que sea lo que Dios quiera!”. . . 
Esa, a grandes rasgos, es la historia del tristemente célebre “argentinazo” . . . Remember?
Yo sí me acuerdo. Por eso, y a pesar de todo lo que puedan decir de Alfonsín, como que mediante las circulares A-695; A696 y A697, del 1º de Julio de 1985, terminó de consumar la estatización de la deuda externa de las Empresas privadas que impuso Cavallo en la dictadura, que llevó el endeudamiento del país con el exterior, que era del 53% del PBI en el año 1983, al 82% en 1985. O que arrugó con los milicos y les promulgó la Ley de Obediencia Debida y Punto Final, después de asegurarnos que “la casa estaba en orden”. No obstante eso, o a pesar de eso, no se puede dejar de rendir un reconocimiento al ex presidente.
Y si existiera la posibilidad de que los muertos pudieran contactarse con los de acá, Alfonsín se permitiría interpelar a sus celebrantes. Le quitaría los trajes y las corbatas y a patadones, le borraría la raya del trasero al papanatas de su hijo, para que deje de bastardear su legado político. A Cleto Cobos -como hizo con “Lilita”- lo rajaría por traidor, y a Gerardo Morales por inepto. A sus correligionarios les diría que no permitan que el partido se rompa, aunque se doble, que no se hagan eco de los inflacionistas y los pronosticadores de catástrofes que ofician de asustadores seriales. Porque la “temible” inflación de hoy, comparada con aquella gigantesca y desmesurada que supo haber, es apenas una “jodita para Tinelli”.
Lo que hasta hace poco eran sólo utopías, ahora son una virtuosa realidad. Ya no más Relaciones carnales; FMI; Deuda externa; Riesgo País; Default; Impunidad y demás vejámenes.
Todo eso quedó atrás. Hoy gozamos de Independencia Económica, Soberanía Política y Justicia Social. Derechos Humanos plenos, con procesos judiciales como aquel memorable Juicio a las Juntas, con un Modelo de país que significa Patria, Igualdad y Libertad al que, por supuesto, se oponen las Corporaciones, el Grupo Clarín y la Sociedad Rural, es decir, los mismos que voltearon a Alfonsín. Nada nuevo bajo el sol. Salvo las rutas, los shoppings  y los hoteles colmados, con millones de pibes cobrando todos los meses su Asignación, y con una tremenda caja de más de 50 mil palos verdes, a los que se les echará mano cada vez que haga falta para beneficiar al pueblo argentino, por más que chillen y pataleen quienes endeudaron al país y hambrearon a la gente en exclusivo beneficio propio. 
Hoy la realidad es muy distinta. Cada vez que habla la presidenta -al contrario de todos sus antecesores que sólo comunicaban despidos, más ajustes, más impuestos, más rebaja de sueldos, de beneficios y otras maldades- siempre es para dar muy buenas noticias. Se inauguran obras todos los días a lo largo y a lo ancho del país como jamás en su historia. Tantas, que parafraseando por el absurdo lo que históricamente se exigió a los políticos, no faltarán los que digan . . . Por favor . . . ¡Basta de obras, queremos promesas!
Y cuando estemos mal . . . ¡Que estemos como ahora!!!
Laborde. Cba. Arg.

1 comentario:

  1. Querido Cacho; excelente articulo el tuyo.Te has convertido,por esas cosas de la vida en un memorioso.Que sabrosa expresion esa que has integrado a tu legado "vivir pagando,moriri debiendo".Te recuerdo otra del petizito de BAires:"La Argentina (o los Argentinos?)esta condenada al exito".En cuanto a Alfonsin,nolo cuento entre los santos de mi devocion,pero lo respeto.Fue humilde hasta para irse.Chupete,se alejo raudo por los aires.Alfonso arrojò la banda,(el baston...no recuerdo...)y se "escabulló" entre los presentes...Una diferencia sustancial con aquella,nuestra epoca,es que ahora podemos arriezgarnos a militar sin que se nos acuse de portar un "mouse".Un abrazo.Osvaldo

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