viernes, 8 de junio de 2012

Vayamos siempre con nuestras ideas a todos lados, pues ellas nos harán ser más libres, justos, solidarios y éticamente dignos". Por Carlos Alberto Fontana

                                       Santa Rosa de Calamuchita, (Pcia. de Córdoba); viernes 25 de marzo del 2 011.-
 
Antes que nada, quisiera presentarme con muchísimo respeto y admiración, ante la totalidad de la comunidad de esta ciudad, a la cual la siento como, “mi lugar en el mundo”, por sus maravillas naturales, por el trato recibido por sus habitantes, lo que dispara y potencia en mi interior, el deseo, de venir a la misma periódicamente, teniendo la posibilidad mínimamente de poder realizarlo cuatro veces al año, no solo por lo expuesto anteriormente, sino también, pues mi padre vive en forma permanente en esta localidad desde 1998.-

Como consecuencia de dichas visitas, leí con mucha atención lo publicado en el diario Tr3s, en el sector CARTA A LECTORES, por el señor Audilio Mesa, (6.116.396), con fecha 9 de febrero del 2011, un texto que expresa sus ideas o reflexiones y que él mismo lo titula con la siguiente frase: “¿Gracias a Cristina?, ubicado en la página 9 del mismo.
Respetando sus ideas, aunque no compartiendo en absoluto sus opiniones, quería también expresar mis pensamientos, para que los mismos entren en una confrontación sana y constructiva, para que a través de un debate y reflexión entre todos los compatriotas que habitamos este querido suelo, nos genere un disparador reflexivo, para ir progresivamente, encontrando en la disidencia, puntos básicos de acuerdos que se transformen en una clara Política de Estado, los cuales si tienen como objetivo principal, un claro sentido Nacional, promoviendo el bienestar general, enmarcados en un respeto de libertad y democracia, inicie un camino que mejore progresivamente y tangiblemente las condiciones de nuestros contemporáneos, creando las bases sólidas para que las futuras generaciones de argentinos hereden un país mucho más justo, soberano, democrático y libre, del que tuvieron las generaciones pasadas, las cuales padecieron graves antagonismos políticos y divisiones, disparadas por la prescripciones de un lado o del otro, cargadas paralelamente por el autoritarismo de uno u otro signo, lo que generó la disolución y compartimentación de la sociedad, y como consecuencia lógica, lo que produjo una violencia irracional y feroz entre todos los hermanos argentinos, que entristecen y avergüenzan las páginas de nuestra historia.
En un punto de lo que UD. Expresa en su nota dice: “¿Dónde está la justicia distributiva?, ¿en las limosnas para exigir voto prendado?, ¿en dónde quedó la justicia social, la soberanía política y la independencia económica?”
La verdad es que desde que tengo uso de razón, no ví, ni percibí en los gobiernos anteriores que nos precedieron, una real transferencia y acercamiento hacia una justicia social más equitativa , como lo planteó el gobierno del ex presidente fallecido Dr. Néstor Carlos Kirchner , y el de la actual presidente la Dra. Cristina Fernández de Kirchner, sabiendo que el logro total no se obtiene de un día para el otro, y estos siempre nunca se alcanzan en su totalidad, pues la vida misma se halla siempre en un constante movimiento, y por ende van a plantearse permanentemente una continúa resolución de problemas.
Quisiera saber ¿qué entiende usted, por justicia social?, pues para mí, la justicia social, está ligada al sistema democrático en forma indisoluble, pues no puede mantenerse la democracia sin justicia social, pues la misma democracia, es libertad, recuperación de los derechos y el respeto a la Constitución Nacional; pero sin justicia social y redistribución equitativa de las riquezas, la misma será incompleta, pues perderá sus contenidos, sus verdaderos contenidos, y se condenará inevitablemente al fracaso.
Y en este punto es donde quiero centrar con mayor precisión mis ideas, y me pregunto y le pregunto: ¿cómo se redistribuyen equitativamente los recursos generados en nuestra Patria, generando una justicia social verdadera?
Para mí es totalmente lógico y obligatorio, el deber pagar los impuestos en forma proporcional a las ganancias obtenidas por el fruto del trabajo. No hay Estado en el mundo que no se administre a través de lo recaudado, y en los países llamados comúnmente “serios o del primer mundo” la evasión fiscal, se pena por Ley, con la prisión a los evasores.
Pero atrás de dicha legislación que conforma el derecho normativo vigente, hay un espíritu mucho más importante que sustenta a la misma, hay una ética, un sentido de honestidad, un espíritu de solidaridad, un sentido de valores humanos, que respaldan fuertemente a la normativa vigente.
Los defensores del Estado libre con autorregulación financiera, parecen haber perdido dichos valores, lo que genera en el interior de su conciencia, que vayan a misa los domingos para “lavar sus pecados”, dando generalmente limosnas miserables, para solamente creer obtener una imagen aproximadamente humana.
En realidad no son nada más que simples y viejos burócratas con espíritus oxidados, que escondiéndose detrás de una cruz, se alejan de las verdaderas enseñanzas de Cristo.
Por ende, el impuesto a las ganancias, las retenciones a las exportaciones, etc.; son recursos avalados moralmente y totalmente legales que tiene el Estado Nacional, aprobando el porcentaje de los mismos por medio del Poder Legislativo, para recaudar los fondos económicos, que debe destinar al bienestar general de toda la población argentina.
Los famosos planes trabajar, que se generaron en los gobiernos del Dr. Menem y el Dr. Duhalde, y que de trabajo con valor agregado, no tenían absolutamente nada; y de elevar la dignidad y el respeto del hombre muchísimo menos, porque partieron los mismos, a través de una estructura vertical de acceso a los dichos planes, lo que generó distintos grados de obtención, distintas y muy variadas relaciones de poder y por ende esclavitud de libre pensamiento, a causa de las necesidades extremas y reales de la gente, lo cual aún asentó más las lamentables diferencias sociales, pues solamente se regaló hasta donde alcanzó el pescado, pero nunca se enseñó a pescar.
Esto perjudicó muchísimo, a varias generaciones de argentinos, que perdieron lamentablemente la cultura de trabajo, dignidad espiritual, y que al mantenerse por varias generaciones se trasladaron a los hijos, en los que la desesperanza y la exclusión los hizo entrar en caminos de violencia y droga, originados por la falta de perspectivas individuales y colectivas, carencia de fé, de amor y de sueños, que repercutió lógicamente en toda la sociedad y va a llevar un tiempo más que prudencial volver a corregirlos y erradicarlos definitivamente de nuestra Patria.
Planes milagrosos que proponen erradicar estos males de un día para el otro, carecen en absoluto de un conocimiento total del tema, y parece tomarnos a los habitantes de este suelo que padecemos de este problema grave y real, como simples idiotas útiles, utilizados solamente para fines electorales, para lo que utilizan a personas carentes de objetivos claros como usted, según me demuestra y establezco en base al espíritu que transmite en su nota.
Y esto que vivimos y estamos viviendo, a pesar de que se están bajando los índices de delincuencia, es consecuencia de haber participado y apoyado directa o indirectamente a las políticas de total exclusión en la década de los 90, en la cual parece que aplicamos la metodología del “sálvese quien pueda”, sin mirar lo que sucedía a nuestro lado, creando una línea imaginaria entre los que tenían trabajo, y aprovechaban el 1 a 1 totalmente ficticio, que nos permitía ir al Caribe de vacaciones, mientras los otros que se hallaban del otro lado de dicha línea, revolvían la basura para alimentarse, los que nos daba a los que simplemente subsistíamos dignamente, una sensación de creer que pertenecíamos a una clase social elevada, despreciando y sobretodo indignificando a nuestros compatriotas, al someterlos a la peor de todas las presiones psicológicas generadas a través del desprecio y el rechazo, llamándolos simplemente “negros de mierda”, sentimiento que muy lamentablemente continúa instalado en las raíces de pobres espíritus, de muchos argentinos, que expresan ideas muy parecidas a las que Ud. expone.
Eso sí, el Estado tenía que achicarse, no controlar nada, ser libre y regularse por los mercados internacionales únicamente, así los defensores nefastos de esta metodología, que expresaban, que cuando el vaso de ellos se llenara de divisas, las mismas se expandirían hacia el pueblo en su conjunto.
Lo que se olvidaron de decir, es que dicho vaso tenía un agujero, tan pero tan grande, del que ni siquiera rebalsó una gota de agua, ante un pueblo con un 24% de desocupación real y extremadamente sediento.
Esta es la metodología que subliminalmente usted defiende en sus críticas, y es un modelo de País que excluye a la mayoría de sus habitantes.
Ante este contexto, y como consecuencia de la aplicación de esta política regresiva e insolidaria durante más de una década, era totalmente previsible, que el gobierno del Dr. De la Rúa, terminara como terminó, con más de 30 muertos por protestas absolutamente lógicas y humanas, no disparadas por falta de libertades, sino por lo expresado anteriormente, la democracia tiene que ir inevitablemente de la mano de un intento permanente de mejorar hacia una justicia social real y tangible, que vaya paulatinamente achicando las enormes brechas sociales en la sociedad, y que por lo menos cree un piso mínimo, que albergue e incluya a los desamparados y excluidos de la Patria.
Con este contexto, sin esperanza en las calles, con la política entregada en absoluto a los grupos de poder y por ende considerada mala palabra en la gente común, de la que de sus bocas brotaban la famosa frase: “que se vayan todos”, el Dr. Néstor Carlos Kirchner., asumió la Presidencia de la República.
La independencia económica, la soberanía política, y sobretodo la justicia social, que según usted no la encuentra en este gobierno, según mi entender se manifiesta más que claramente desde el inicio del mismo; ante un contexto y marco referencial de semejante asfixia económica, se logra pagar al Fondo Monetario Internacional, renegociar la deuda externa a través del canje, lo que permite ahorrarle al Estado Nacional, miles y miles de millones de dólares, lógicamente achicando la misma, volcados a la construcción de obras públicas, lo que genera verdaderos puestos de trabajo con valor agregado, e inicia nuevamente en la Argentina un círculo virtuoso de consumo interno, del que usted felizmente se encontrará favorecido, como la mayoría de la comunidad, al poder los ciudadanos con trabajo gozar de sus merecidas vacaciones y alimentar también en forma virtuosa la industria del turismo en la Argentina, que también genera puestos de trabajo dignos y con valor agregado.
No comparto su criterio, de que las personas gastan el dinero, porque la inflación se lo consume, hay mil maneras distintas de evitar que eso ocurra, la gente vacaciona, cuando puede y está feliz, y sobretodo e indispensablemente cuando posee los recursos económicos para poder hacerlo.
Se destierran por completo las recetas enlatadas del Fondo Monetario Internacional, y las palabras: ajuste, recorte, achicamiento del gasto público, despidos, son reemplazadas por paritarias laborales, por convenios colectivos de trabajo, por el aumento de las miserables jubilaciones, por Ley dos veces al año, que en las décadas anteriores habían sido disminuidas en un 13%, y todo esto respetando la ley y la Constitución Nacional Argentina, siendo este gobierno, el del ex presidente, hoy fallecido, el que menos vetos generó desde el retorno de la democracia en 1983, de esta plataforma es de la cual fundamento, que la independencia económica se transforma paulatinamente en un hecho tangible y verdadero, para mi persona.
Con dichos cimientos creados por el gobierno de Néstor Kirchner y por todos los argentinos, que con esfuerzo y participación logramos asentar dichas bases, es ahora en esta última etapa, ya en el gobierno constitucionalmente elegido de la Dra. Cristina Fernández de Kirchner, que se debe profundizar el modelo de redistribución más equitativa de la riqueza, que usted enuncia solamente como deseos a través de palabras vacías de contenidos, sin preveer los impactos y alcances reales que se necesitan para poder materializarlos realmente y eficientemente.
Dichas decisiones para poder asentarlos y mantenerlos en el transcurso del tiempo, va a traer sin duda, desacuerdos profundos con las corporaciones, que durante muchas décadas tenían no solo el poder económico en sus manos, sino también el poder político comprado a favor de sus intereses.
De ahí, como dijo Alejandro Dolina, Néstor Carlos Kirchner, se ha transformado en un “venturoso gestor de desacuerdos”, y por primera vez en la historia argentina el poder político, hoy no está, en donde se encuentra el poder económico.
Debido a esto, se disparan y se potencian políticas de Estado, como la Asignación Universal por hijo, que genera, no una limosna como los planes trabajar sin control del Estado, sino una inserción controlada de miles y miles de chicos que se incorporan al sistema educativo y a un control médico y sanitario, lo que genera que los mismos paulatinamente salgan de la calle y de los vicios que genera la misma, para que se incorporen en un futuro a la sociedad como hombres de bien, lo que realmente necesitan las futuras generaciones, y así bajar también progresivamente los porcentajes de inseguridad eficientemente.
Aclaro este punto, conociendo demasiado bien el mismo, ya que soy docente de una Escuela Técnica desde 1986, y viendo este año un aumento de la matrícula escolar de más de un 40%.
También refiriéndome al mismo tema, es fundamental enunciar la sanción de la Ley Técnico-Profesional en el año 2005 y la Ley de Educación Nacional en el 2006, la cual volvió a contemplar a las escuelas técnicas, ya que la Ley Federal de Educación aprobada en 1993, ni siquiera contemplaba y por ende mucho menos financiaba, pues respondía a un modelo de país solamente agropecuario de exportaciones de materia prima sin proceso industrial en la Argentina.
Cabe aclarar también que el presupuesto educativo en el año 2001, era el 2% del P.B.I, y ahora es del 6,4% del mismo, sabiendo que el P.B.I actual es muchísimo mayor al del 2001.
Esto demuestra con claridad y realidad, que lo que se propuso desde que tengo uso de razón, que la educación era el disparador inicial para una sociedad más justa, se está empezando a materializar eficientemente.
Por el otro, y con el cual me identifico plenamente es la implementación de un modelo agro-industrial, con la intervención del Estado en forma independiente, como regulador de la actividad económica productiva y financiera, y administrador de los recursos, sin entregarle la casa rosada a las corporaciones y sin ser el dueño absoluto de las empresas del país, las que deben tener buenas rentabilidades, pero en base a una distribución equitativa de las riquezas, beneficios y cargas sociales.
Estos son los dos modelos en puja y en discusión, desde 1810 hasta la fecha, que debemos debatir y establecer democráticamente como Política de Estado para nuestro País.
Para que este debate se produzca, es necesario tener un gobierno y oposición con ideas claras y distintas, para lograr en la lógica diferencia de ideas verdaderas y sanas, puntos de encuentro que se materialicen en las más importantes políticas de Estado.
Lo grave de la situación actual para el bien del País, es que la oposición, no tiene ideas claras, (ni ideas mínimas), y se recuesta lamentablemente sobre las corporaciones, entregándole el poder político que deben tener y mantener, solamente para lograr llegar al poder, a través de alianzas sin ideologías en común, lo que resulta ante mis ojos y oídos de una bajeza política e intelectual de altísimo grado.
Por todo lo expresado, por el respeto a la Constitución Nacional, por la pasión de cómo expresan sus ideas, por la defensa de los derechos humanos, trataré de responderle la pregunta que usted utilizó como título en su texto:“¿Gracias a Cristina?:
Gracias a todo el pueblo argentino, que nos dio una lección positiva y real en el festejo del Bicentenario de la Patria, que con sus lógicas y necesarias diferencias, historias e ideologías, nos marcó que la democracia se puede mantener en este bendito País, a pesar de los buenos o malos gobernantes que tengamos, pues se están generando paulatinamente con las nuevas generaciones venideras, sujetos mucho más democráticos, y solo así podremos sobrevivir a los gobernantes de turno que ocasionalmente ocupen el poder político.
Pero en este punto cabe aclarar, que la inserción y participación de las nuevas generaciones en la política, las cuales hace una década aproximadamente no creían en nada, ni en nadie; y el uso de la misma, como una herramienta para mejorar progresivamente las condiciones en que viven los hombres y de hecho a los hombres mismos, fue indiscutidamente sembrada y mantenida por el Dr. Néstor Carlos Kirchner y la presidenta actual de todos los argentinos, la Dra. Cristina Fernández de Kirchner; ante estos hechos totalmente reales, para mí persona, le expreso a la Sra. Presidenta: ¡Muchísimas Gracias, Cristina!, por devolvernos la dignidad y la política democrática, y que hasta a Ud. sin saberlo, lo hace expresar sus puntos de vista.
Muchísimas Gracias Cristina, a usted y al que fuera el compañero de toda su vida y ex presidente Constitucional de la Nación Argentina, cuyo fuego, legado, lucha y principios ya son imborrables, para la historia y futuro de nuestra querida Nación.
Carlos Alberto Fontana
Arquitecto (U.B.A) - Profesor en Disciplinas Industriales (U.T.N)
D.N.I: 18.072.790

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