Los límites de este proyecto político se venían
percibiendo al finalizar el primer gobierno de Cristina. Era
imprescindible apoyarse en el alto respaldo popular a su segunda
elección presidencial, para continuar avanzando con muchísima más
resolución contra los factores de poder económico y financiero que
estrechaban fuerzas al acecho y que tienen en sus manos un alto
porcentaje del movimiento del comercio exterior lo cual gravita de
manera clave en la economía argentina. Esas tareas debían realizarse al
calor de ese más del 55% recaudado en las elecciones, sin dar tiempo a
reacción. Las organizaciones kirchneristas, casi paralizadas por el
verticalismo, por el culto a la personalidad, por consignas de bajísimo
nivel político, mezcladas con los aplaudidores y adulones se mostraron
incapaces de articular un programa para proponerlo al gobierno. Programa
que debe ser sacado de los antecedentes del movimiento obrero, que es
la columna vertebral de nuestra historia.
Entre
el discurso de Cristina lanzando el Plan PROGRESAR, que parecía
desprendido de la realidad, para jóvenes de otro planeta, pues la
presidenta ni se refería a la crisis del dólar, de las empresas de
energía, a las corridas, a los golpistas de mercado, y el último
mensaje, para anunciar el índice de movilidad jubilatoria, hay una
importante diferencia. Acá se refirió a todos esos temas, incluso
señalando responsables, que está muy bien. Pero nos quedamos esperando
las medidas, las sanciones, los pasos concretos para terminar con esta
tremenda inestabilidad económica y financiera, que finalmente nos
hundirá en la inestabilidad política. Sólo en un pasaje planteó que el
gobierno no iba a permitir que la gente quedara sujeta a las leyes del
mercado, aún cuando no indicó cómo. Pero sí dijo textualmente que esos
sectores han hecho muchísima plata y que al gobierno no le molesta que
ganen más. ¡ENTONCES ESTAMOS MAL! Hay que dejar al ciudadano librado a
su iniciativa individual para controlar los precios, hay que contentarse
con que no nos molesta que ganen mucha plata los remarcadores, los
grupos organizados del campo, los acaparadores (e imaginamos los grupos
financieros ligados a los bancos y al comercio exterior) ¡y todos
sabemos como están haciendo esa plata! Y hay que reconocerles la razón a
economistas de derecha que ven exagerado usar la cadena nacional para
anunciar un aumento del 11,31% sentenciando al jubilado a un 6% de
pérdida real sobre su última capacidad adquisitiva. Es decir que un
jubilado de $ 3.250,- neto va a disponer de $3.617,- recién en abril
pues eso se cobrará los últimos días de marzo. Y en abril los gastos
mínimos rondarán los $8.500,- ¡de piso! Y todo ésto mientras se aclara
que “no nos molesta que ganen más” los desestabilizadores de este
modelo. Entonces nos está patinando la brújula política y habrá que
rectificar el rumbo rápidamente.
Es
importantísima la actividad con los comerciantes pequeños y medios que
se están sumando de distintas formas, a la lucha contra el aumento de
precios. Es importante el despido del vicepresidente del Deutsche Bank
de Buenos Aires por maniobras de manipulación del dólar en perjuicio del
peso argentino, y hay que exigir que se lo procese inmediatamente.
Pero igual, todas estas medidas son insuficientes porque otros seguirán
con el trabajo sucio. Tal como lo denunció Atilio Borón, el dólar se
devalúa en todo el mundo, incluso América Latina y en Argentina sube, en
perjuicio de nuestra moneda. Ya se pueden declarar frustrados todos los
intentos de lograr un capitalismo serio o una burguesía nacional
“patriótica”. Todas las áreas del capitalismo funcionan sin gobierno,
sometidas únicamente a las leyes del sistema para lo cual consideran
prioritario controlar el movimiento del comercio exterior. Entonces los
gobiernos sólo pueden administrar la miseria que dejan estos sectores.
Así no se marcha hacia un gobierno popular. Y estamos en transición
permanente. El punto quieto NO EXISTE. O vamos hacia un gobierno popular
o a hacia una economía neoliberal. Ya al medio no queda NADA. Por eso
vale recordar que en 1962, un plenario de las 62 Organizaciones, adoptó
en Huerta Grande un programa que incluía: MONOPOLIO ESTATAL DEL COMERCIO
EXTERIOR. No puede ser que un grupo reducido de empresas, controlando
la mayor parte del comercio exterior, esté manejando por su cuenta,
ingreso y egreso de dólares cuando justamente, aquellos que lo detectan
tienen la capacidad de manejar su valor, ¡y lo estamos viendo! Por
otras vías iremos publicando completo dicho programa al que hay que
actualizarlo, pues Argentina y América Latina cambiaron. Y es necesario
que todos los trabajadores de base, los sindicatos, los estudiantes, y
organizaciones sociales, comiencen el estudio y discusión política en
este sentido, para que la movilización popular tenga objetivos claros y
concretos. Pero en lo inmediato es imprescindible que el gobierno adopte
el CONTROL TOTAL DEL COMERCIO EXTERIOR, como la única forma de comenzar
a manejar el flujo de divisas en manos del Estado. ALBERTO ARIZA
(coyoacan_2007@yahoo.com.ar)
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