martes, 10 de febrero de 2015

La muerte no hace héroes. Por Delsio Evar Gamboa

La malhadada denuncia del ex fiscal Nisman contra la presidenta, por su grosera inconsistencia y clara intencionalidad política, no amerita siquiera un piadoso desdén… sideralmente menos, un asesinato! Quienes aseguran que su muerte es obra del gobierno y salen a ventilarlo, hacen ostentación de inducida ignorancia o perversa mala fe!


Mientras que una impresentable runfla de opositores se monta sobre los despojos de Nisman como caranchos buscando carroña, de la que pretenden alimentarse para intentar arrimar votos a sus mezquinas ambiciones electoralistas, las exequias del fiscal eran regodeadas por la televisión, y vitoreado por los golpistas violentos de siempre, para luego sepultarlo en un lugar de honor en el cementerio judío de La Tablada, -que no se compadece con un probable suicida, algo que la religión judía rechaza porque va contra la voluntad de su Dios-, con la concurrencia de la cúpula de la AMIA, la DAIA , el flamante embajador de EEUU y muchos llorones indignados sin motivo, o con el motivo exacerbado por tantos titulares quema neuronas, para individuos con pretensión de ser ciudadanos, aunque  agresivamente  exaltados por los grandes medios, como si el fallecido hubiera sido el Fiscal de la Patria.  ¿Que méritos ha hecho Alberto Nisman como para ser despedido con semejante pompa por estas poderosas corporaciones?    
Porque es bueno no olvidar, que la causa AMIA no avanzó un ápice en más de 20 años, mucho menos en estos últimos 10 en que Nisman la manejó con discrecionalidad, con los cuantiosos recursos económicos, materiales y humanos que el gobierno le puso a su entera disposición, y que, a tenor de los resultados obtenidos, no se justifican en absoluto y ameritarían una pormenorizada pericia contable.

El fiscal está muerto: su último acto fue la delirante denuncia a la Presidenta y los mensajes de whatsapp que constituyen un reconocimiento del complot del que era parte.
Se debe resaltar -está absolutamente comprobado- que el fiscal se sometió como si fuera un lacayo a las directivas de la Embajada de EEUU en Buenos Aires, -y quien dice Embajada yanqui dice CIA-, y el FBI. También a la SI,-ex SIDE- manejada por el cuestionado Stiusso, -hoy defenestrado- y el MOSSAD, la agencia de inteligencia de Israel, responsable de espionaje, contraterrorismo y asesinatos en todo el mundo, -recordar el secuestro clandestino del nazi Adolf Eichmann en nuestro país en 1960-, a las que el fallecido concurría asiduamente para recibir órdenes. Solicitaba instrucciones a la Embajada sobre qué y cómo debía hacer con respecto al atentado a la Mutual Judía. En ese contexto, Nisman, como el más servil de los amanuenses, pidió perdón tantas veces por no avisar que ya había solicitado la captura de Menem, que los diplomáticos tuvieron que escribir tres cables distintos para dar cuenta de las sucesivas ampliaciones de sus pedidos de perdón y de sus promesas de que no volvería a suceder.
Para corroborarlo, se pueden consultar los cables desclasificados por El Pentágono en el sitio cablegatesearch.net, y los libros “Wikileaks” de  Julian Assange,  “Argenleaks” y “Politileaks” de Santiago O´Donell que fueron reconocidos por el gobierno de los Estados Unidos, dando cuenta de esa claudicante actitud de Nisman. ¿Por qué los medios monopólicos no hacen público tamaña afrenta para el país?
Son documentos oficiales que hasta la propia embajadora yanqui en Argentina en ese momento, Vilma Martínez los reconoció. Hillary Clinton -ex secretaria de Estado- tuvo que salir a pedir perdón por el espionaje a varios países, cuyos gobiernos así se lo exigieron, entre otros, Alemania y Brasil.           
Ahora, ¿convertirlo en héroe por malversar recursos públicos durante más de diez años, y por haber puesto su cargo -y hasta su vida- al servicio de la mafia? La muerte no abuena a  nadie, y mucho menos lo convierte en héroe …

Cuando su muerte deje de ser funcional, nadie se acordará de Nisman, hasta que una nueva operación destituyente convoque a  muchos incautos para hacer de idiotas útiles como en este caso.
¿Cómo reaccionarán entonces  -si es que reaccionan- los que también en su momento hicieron “héroe” al traidor Cleto Cobos, cuando se enteren que Nisman fue una víctima más de los mafiosos que a ellos los manipulan a diario desde las pantallas de los multimedios monopólicos, con la perversa intención de arrojar este muerto sobre el escritorio presidencial?
Ellos, que siempre han despreciado las Cadenas Nacionales, ahora las exigían para nutrir sus ignominias. Pero la Presidenta ha dicho muchas veces que no esperen de ella palabras de ocasión ni declaraciones vacías. Para eso están los demás. Cuando Cristina habla, no es sólo para dar condolencias. Supo esperar, pero cuando abrió la boca lo hizo para apostar al futuro, sin dejar de recuperar el pasado y anunciar como siempre, auspiciosos beneficios para todos los sectores. Eso es sabiduría y compromiso: la palabra para construir. Por eso es una Estadista: porque piensa, evalúa y espera el momento oportuno para intervenir. Por eso es Ella y no los otros. Para actuar como los otros, están los otros. Para decir sandeces y excretar palabras huecas hay un abundante y dócil elenco estable, medios de comunicación corporativos y muchos políticos enfermos de mediatismo, vasallos y bufones del reino mediático, siempre funcionales a la desestabilización del país.
Para cuando se requieran declaraciones irresponsables ahí está Macri, que es un experto en el arte de farfullar entre tropezones lingüísticos de complicada legibilidad. Como ya es público y notorio, el procesado Jefe porteño no seduce precisamente por su riqueza léxica ni por su exquisitez dialéctica.
Quien tiene el timón del barco nacional en sus manos, sólo debe preocuparse por su afiatado rumbo y no por los desorejados cantos de sirenas desahuciadas.
Pero, como bien hemos visto, lo esencial es invisible a los ojos de los que se informan con TN, Clarín y La Nación. Porque para ellos, lo que existe pero le ocultan, bien podría no existir. 
En otro contexto, la Argentina, las organizaciones judías y los familiares de las víctimas no tienen nada que agradecer en cuanto al nulo avance de la causa por parte del fiscal, que sólo se limitó a cumplir órdenes de EEUU e ISRAEL. No obstante, incomprensiblemente, se le ocurre prestarse para una maniobra destituyente, acusando a la Presidenta de la Nación de un delito que no existe en un tratado con la República de Irán, ratificado por una ley del congreso, y que no prosperó porque “la justicia” de las corporaciones -cautelar mediante- lo mandó al frezzer-,  para lograr a cambio, objetivos que tampoco ocurrieron, por ej. la compra de petróleo y venta de granos al Estado de Irán que nunca existió.  Más las alertas rojas de INTERPOL que no sólo nunca cayeron, sino que el gobierno argentino se encargó especialmente para que eso no suceda como quedó demostrado. Además, presentó  una denuncia sin pruebas, solo con escuchas de personas que no son funcionarios del gobierno y recortes de noticias de los diarios Clarín y La Nación. Y por si esto fuera poco, mediante un oficio carente de los más elementales fundamentos jurídicos y redactado en  términos que no corresponden a un letrado -como lo han manifestado públicamente reconocidos juristas y penalistas de renombre-, para imputar a la más alta magistratura del país de un delito de encubrimiento de los acusados del atentado y asociación con el terrorismo internacional.            
Por otra parte es clara su connivencia con el multimedios Clarín, que tuvo las escuchas truchas antes que el juez de la causa, y que montó el circo mediático como preámbulo de la presentación formal de la absurda denuncia. Su contacto con el monopolio mediático lo posibilitó su íntimo amigo y colaborados Diego Lagomarcino, hermano del gerente de Informática del estudio Grondona -Saenz Valiente, socio de Clarín,  quien además, le dio el arma -“para defender a sus hijas” … ¡que estaban en Europa!-  que acabó con su vida. Por todo esto, Nisman puede resultar un héroe para los intereses de un sector judío, de EEUU, Israel y de las corporaciones locales que están empeñados en derrocar al gobierno desde hace años, pero, para la mayoría de los argentinos que tienen la certeza de la intención golpista de esta nueva operación, Nisman no sólo no es un héroe, sino un traidor a Patria.

Y si de este desgraciado hecho algo queda muy en claro, es que, como la historia lo confirma … al que hace tratos con la mafia … triste ganancia le queda!


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