El 24 de Marzo se celebró en Santa Rosa de Calamuchita la Memoria, por quinto año consecutivo en la Plazoleta ubicada en la calle Corrientes y Buenos aires. Fue organizado por amigos de la Plazoleta y contó con la colaboración de Talleres Cangrejo y Asociación civil Llankay .
La calle
libertad se mostraba con poco movimiento, algo usual un lunes otoñal y feriado
en Santa Rosa de Calamuchita.
Alguien recorre esas calles, calles que fueron improvisadas por la expansión urbana. Circula cada rincón en una bici antigua, esas que rechinan en cada pedaleo.
Se detiene suave y programada en una arteria que guarda abrazos, recuerdos, historias. La calle Corrientes, el pedal se apoya en un mural que reza al recuerdo. Frente al muro, una plazoleta que sostiene desde el 2006 un humilde pero fuerte cartel: PLAZOLETA DE LA MEMORIA “Lo espiritualidad de la vida está en el despojamiento y no en la posesividad”.
Al cumplirse 30 años del golpe de estado de 1976 -2006, un grupo de vecinos del barrio “Las Flores”, transformó en “Plazoleta de la Memoria” un espacio verde de la calle Corrientes, esquina Buenos Aires.
El espectador recorre a paso lento observando cada movimiento de las personas que estaban allí, algunos con mate, otros con instrumentos musicales, pinceles, otros con lágrimas retenidas en los ojos. Todos tenían algo en mente y había dos palabras que se distinguían en el mural: NUNCA MÁS.
Habían llegado de todas partes, de la capital, de los barrios, del pasado. Vecinos y amigos se estrechaban abrazos de esos con emoción. Esos abrazos que rompen la temporalidad y el espacio, abrazos con presencias y ausencias. Abrazando en cada persona la memoria, la verdad y la justicia.
Los congregados se conocían entre sí, conocían sus historias, sus voces. El Coral Santa Rosa acompañó y entonó el himno nacional en el izamiento de la bandera donada por Carolina Scotto.
El 24 de Marzo, hace erizar la piel, deja escapar lágrimas, gritar con emoción nombres, poner flores en los pechos, llenar familias de orgullo. En la localidad que tiene un río homónimo fue ese mismo 24 de Marzo que se los llevaron, que desaparecieron. Que quedaron vacios, ausencias, horrores en todos los rincones.
38 años después, sus familiares y amigos se reúnen a homenajearlos, a llorarlos, a citarlos alrededor de la plazoleta. Compartieron sus palabras: Monserrat Hubert Fink por su tío, Oscar Hugo Hubert. Cristina Ontivero, por sus familiares que sufrieron cárcel y por la muerte de Pedro. Stella Maris Morales, por su historia, la de su compañero, la de su hermano Lalo y amigos y familiares. Alberto Scagliotti Capuano por la muerte de su abuelo, Carlos Capuano Verde.
El ciclista se sienta de cuclillas en la calle donde un grupo de niños pinta un lienzo, resignificando este día tan oscuro de la historia Argentina.
Mientras la plazoleta se invade de artistas locales, Nerio Lema, Jorge Martínez, y Pablo Conti con su Opera Rock EL ETERNAUTA con parte de la banda Maia, Paula y Pablo.
El encargado de finalizar el acto es Olegario Martínez, sobreviviente, cómplice de utopía de los homenajeados de aquella época, perseguidores de lo imposible. Sus palabras siguen buscando la justicia en esta localidad, para mostrar quienes fueron los que incendiaron poesías y verdades.
La presencia toma su bici, se sube para seguir. Recordando que hasta febrero de 2014, hay 521 represores condenados y 1.069 procesados. Pueblos que expanden sus historias, sus memorias. Como este día que en Santa Rosa ya es una tradición de escuchar y reforzar a diario la multiplicidad participativa que se necesita para seguir adelante, fortaleciendo la democracia.
Alguien recorre esas calles, calles que fueron improvisadas por la expansión urbana. Circula cada rincón en una bici antigua, esas que rechinan en cada pedaleo.
Se detiene suave y programada en una arteria que guarda abrazos, recuerdos, historias. La calle Corrientes, el pedal se apoya en un mural que reza al recuerdo. Frente al muro, una plazoleta que sostiene desde el 2006 un humilde pero fuerte cartel: PLAZOLETA DE LA MEMORIA “Lo espiritualidad de la vida está en el despojamiento y no en la posesividad”.
Al cumplirse 30 años del golpe de estado de 1976 -2006, un grupo de vecinos del barrio “Las Flores”, transformó en “Plazoleta de la Memoria” un espacio verde de la calle Corrientes, esquina Buenos Aires.
El espectador recorre a paso lento observando cada movimiento de las personas que estaban allí, algunos con mate, otros con instrumentos musicales, pinceles, otros con lágrimas retenidas en los ojos. Todos tenían algo en mente y había dos palabras que se distinguían en el mural: NUNCA MÁS.
Habían llegado de todas partes, de la capital, de los barrios, del pasado. Vecinos y amigos se estrechaban abrazos de esos con emoción. Esos abrazos que rompen la temporalidad y el espacio, abrazos con presencias y ausencias. Abrazando en cada persona la memoria, la verdad y la justicia.
Los congregados se conocían entre sí, conocían sus historias, sus voces. El Coral Santa Rosa acompañó y entonó el himno nacional en el izamiento de la bandera donada por Carolina Scotto.
El 24 de Marzo, hace erizar la piel, deja escapar lágrimas, gritar con emoción nombres, poner flores en los pechos, llenar familias de orgullo. En la localidad que tiene un río homónimo fue ese mismo 24 de Marzo que se los llevaron, que desaparecieron. Que quedaron vacios, ausencias, horrores en todos los rincones.
38 años después, sus familiares y amigos se reúnen a homenajearlos, a llorarlos, a citarlos alrededor de la plazoleta. Compartieron sus palabras: Monserrat Hubert Fink por su tío, Oscar Hugo Hubert. Cristina Ontivero, por sus familiares que sufrieron cárcel y por la muerte de Pedro. Stella Maris Morales, por su historia, la de su compañero, la de su hermano Lalo y amigos y familiares. Alberto Scagliotti Capuano por la muerte de su abuelo, Carlos Capuano Verde.
El ciclista se sienta de cuclillas en la calle donde un grupo de niños pinta un lienzo, resignificando este día tan oscuro de la historia Argentina.
Mientras la plazoleta se invade de artistas locales, Nerio Lema, Jorge Martínez, y Pablo Conti con su Opera Rock EL ETERNAUTA con parte de la banda Maia, Paula y Pablo.
El encargado de finalizar el acto es Olegario Martínez, sobreviviente, cómplice de utopía de los homenajeados de aquella época, perseguidores de lo imposible. Sus palabras siguen buscando la justicia en esta localidad, para mostrar quienes fueron los que incendiaron poesías y verdades.
La presencia toma su bici, se sube para seguir. Recordando que hasta febrero de 2014, hay 521 represores condenados y 1.069 procesados. Pueblos que expanden sus historias, sus memorias. Como este día que en Santa Rosa ya es una tradición de escuchar y reforzar a diario la multiplicidad participativa que se necesita para seguir adelante, fortaleciendo la democracia.
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